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COMUNICACIÓN, esa palabra que tanto escuchamos y que nos repiten una y otra vez lo importante que es en una relación de pareja. Incluso nos permitimos utilizarla en nuestras conversaciones y en los consejos que damos a otras personas, reconociendo así su valor. Pero, ¿podemos afirmar que la información fluye en nuestra relación sin efectos negativos? ¿Y qué podemos decir de nuestra actitud cuando nos comunicamos?. Aunque hoy en día estemos familiarizados con este concepto, sigue siendo una habilidad que todavía requiere mucha práctica.
¿Cómo conseguimos una comunicación eficaz?
La respuesta la podemos centrar en la actitud que adoptamos ante las diferentes situaciones de comunicación con nuestra pareja. Es básico adquirir una actitud asertiva a la hora de expresar nuestros sentimientos, necesidades, preferencias y opiniones a nuestra pareja. De nada nos va a servir ponernos a la defensiva o inhibir dicha expresión, ya que el mensaje real que queramos transmitir a nuestra pareja no va a ser interpretado como tal, sino que dará lugar a malentendidos. Una actitud defensiva-agresiva ante mi pareja puede dar paso a una interpretación negativa, que atenta contra su persona, por lo tanto, podrá responder defendiéndose ante tal ataque. En situaciones así, aunque estemos defendiendo nuestros derechos, la falta de respeto hacia el otro (que nos puede recordar al famoso “sincericidio”) nos conduce a una comunicación para nada eficaz. Lo mismo pasa si nuestra actitud inicial es de inhibición (sumisión, pasividad…), ya que el hecho de no expresar nuestros sentimientos, necesidades, etc., nos coloca en una posición vulnerable ante los deseos, exigencias o normas del otro. Dichas actitudes llevan implícitas la vulnerabilidad de derechos, tanto los de nuestra pareja como los nuestros, según el caso, desencadenando así situaciones de conflicto o distanciamiento.
La actitud asertiva es la que nos va a permitir expresarnos con
· total libertad
· de manera adecuada y
· sin herir los sentimientos de nuestra pareja
Son tres puntos clave para conseguir una comunicación eficaz, que en definitiva nos ayudará a afrontar las diferentes situaciones de convivencia y a adaptarnos a los cambios que se producen en una relación de pareja.
Detrás de esta actitud, hay todo un trabajo personal y en pareja que podemos realizar a través de la Terapia de Pareja.
BIBLIOGRAFÍA
Beck, A. T. (2016). Con el amor no basta. Cómo superar malentendidos, resolver conflictos y
enfrentarse a los problemas de la pareja. Barcelona: Paidós.
Roca, E. (2015). Cómo mejorar tus habilidades sociales. Valencia: ACDE Ediciones.